viernes, febrero 15, 2013

Frente al derecho a la información...

                                                  Exijo el derecho a menos información


  No a que no me informen.
  
  Lo que yo suplico es que tengan medida los medios con sus informaciones.
  
  Que no nos atosiguen.
  
  Que se ahorren detalles no necesarios.
  
  Que no crean que por mucho contar, me informan mejor.
  
  Y con frecuencia, las informaciones de los medios hacen más daño que bien.
  
  Y me voy explicando.
  
  Leo en el diario El País, una crónica de Jesús Duva, que comienza:
  
  "Un tal Andrés Avelino FF...ha sido encarcelado como presunto autor del envenamiento de 14 compañeros".
  
  Empezamos bien. ¿Por qué tienen que darme pelos y señales de un señor que hasta ahora es presunto delincuente?
  
  Con el nombre y las iniciales de sus apellidos, paterno y materno, me bastan.
  
  Pero a continuación dan todo tipo de pistas sobre el establecimiento.
  
  Y así nos enteramos de que se trata de una sidrería de Gijón, en Asturias, y de la que nos dan hasta el nombre.
  
  ¿Es necesario que nos digan el nombre? Pregunto.
  
  Pues ya empezamos a meter la pata, señores periodistas.
  
  Porque posiblemente sucedan dos cosas: que no muera ninguno de los 14 envenenados y el único que sufra sea la sidrería que perderá clientes.
  
  O que muera alguno de ellos, y entonces el dueño se haga millonario acudiendo a contar el caso a uno de esos programas televisivos-telebasura, y la sidrería se llene de bote en bote todos los días de gente a la que les gusta el morbo aunque no les llame la atención la sidra.
  
  No, amigos reporteros.
  
  No es preciso que deis tantos detalles porque tampoco la gente recaba tanta información.
  
  Con solo la precisa, vamos despachados.

1 comentario:

Riselo dijo...

No es la primera vez, ni probablemente será la última, que un local o una persona sufran las consecuencias de una información excesiva.
Contención le pido a los medios de masas por ello.